lunes, 9 de abril de 2012

VIDEOS

http://www.youtube.com/watch?v=KOlXSYvakmU

http://www.youtube.com/watch?v=Xxq_ClUAkRI&feature=related

HORA DE HABLAR DE...

"Cuentos como sueños y sueños como cuentos, cuentos para despertar a la marmota y a los topos y para dormir a la lechuza y al mochuelo. Decidme... ¿Qué queréis? ¿Queréis un cuento trágico o burlesco? ¿Un cuento donde juegue la astucia o el enredo? ¿Uno de sorpresas o de ingenio? ¿Un cuento donde mande la acción o donde mande el verbo? ¿Un cuento de amor que marche con un ritmo de pavana y termine con un dulce caramelo o un cuento de pasiones primitivas con un fin bárbaro y sangriento? ¿Un cuento de aleluya donde todos se salven? Decidme... ¿Qué queréis?"

León Felipe


"Si de verdad les interesa lo que voy a contarles, lo primero que querrán saber es donde nací, cómo fue todo ese rollo de mi infancia, qué hacían mis padres antes de tenerme a mí y demás puñetas al estilo David Copperfield, pero no tengo ganas de contarles nada de eso. Primero porque sería una lata y, segundo, porque a mis padres les daría un ataque si me pusiera aquí a hablarles de su vida privada. Para esas cosas son muy especiales, sobretodo mi padre. Son buena gente, no digo que no, pero a quisquillosos no hay quien les gane. Además no crean que voy a contarles mi autobiografía con pelos y señales sólo voy a hablarles de una cosa de locos que me pasó las navidades pasadas"

J.D Sallinger

The catcher in the rye

CUENTO

El Solo

En cierta ocasión en medio de una reunión conocí a un tipo que me resultaba bastante familiar, había algo en su rostro que me parecía conocido, también en su voz. Al comienzo traté de no darle demasiada importancia, pero como ustedes saben, cuando no se pueden resolver ciertas cosas entonces te obsesionas con el tema y pasé un par de horas tratando de recordar quién era ese tipo y dónde lo había visto, hasta que por fin busqué una estrategia para sondearlo y averiguar de dónde había salido. Fui franco y directo.

Usted me es cara conocida le dije . Sonrío un instante y luego comenzó a hablar, lo primero que hizo fue preguntarme si yo veía las noticias.

¡Por supuesto!

Entonces todo está claro. Sentenció.

Para mí no, no eres precisamente Larry King.

Es cierto, pero esa es la respuesta.

Bien, lo que pasó fue lo siguiente. Él trabajaba en cierto canal de tevé y era el tipo que leía las noticias en horario estelar y todo eso, además era la estrella del canal por así decirlo ya que todo el mundo se recuerda del que lee las noticias, todos lo respetan, creen se trata de alguien serio y que sabe lo que está diciendo, aunque puede que no sea así. Como todos los días llegaba a trabajar, pasaba por la portería, saludaba al guardia, al que no quería mucho porque como se sabe, los guardias se hacen siempre los simpáticos y el día menos pensado te caen encima para pedirte el carné de identidad; aunque te vean todos los días siempre salen con algo así. Luego continuando con su camino saludaba a la gente que estaba en los pasillos, después a la maquilladora (era gorda y fea, pero simpática), ella hacía su trabajo y el luego entraba al estudio, saludaba al director, también a los camarógrafos (eran dos), al que hacia la caña y se sentaba tras el escritorio, miraba seria y fijamente a la cámara, le daban la señal y el comenzaba.

Buenas noches... bla, bla, bla, etc. Todos los días era lo mismo saludar, saludar; saludar y sentarse a leer, había llegado incluso a contabilizar cuántos saludos eran, en qué lugares y a quienes se los daba, incluso mentalmente iba recitando su trayectoria hasta llegar a su escritorio de utilería. En realidad todo allí era utilería, hasta él mismo: lo de la corbata y el traje era sólo de la cintura para arriba, las prendas esas las tenía guardadas en un casillero ya que por lo general andaba de común y corriente. Hasta ahí, lo que me estaba diciendo no me parecía gran cosa, siempre imaginé que los canales funcionaban de esa forma, pero siguió hablando, diciendo que un buen día algo no le cuadraba en su ruta habitual, o le faltaba gente o le sobraba saludo, quien sabe, hasta que un día se dio cuenta: ¡Era la gente la de los pasillos! Esos eran los menos importantes, lo que faltaba era eso, no había mucho que averiguar, sencillamente los habían despedido, de todas maneras era una mala señal, si largaron a los que les pagaban poco, ¿por qué no podían despedir a los que les pagaban más? Los días siguieron pasando y en una ocasión, al pasar por fuera de la oficina de un gerente, se percató no solamente que faltaba el gerente, la oficina estaba limpia, vacía, también lo habían cortado ¡Esa sí era pésima señal! Había que manejarse con cuidado y mejor ni hablar, salvo para leer las noticias, “los días se hicieron semanas y las semanas se hicieron meses”, las hojas del calendario caían o algún hijo de su reverenda madre las sacaba, daba igual.

Junto con el pasar del tiempo las personas iban desapareciendo, sin dejar rastros de sí, hasta el pesado del guardia había desaparecido, sólo quedaban unos pocos, los suficientes para hacer andar programas, pero también cayeron. Una tarde al llegar al estudio faltaba el tipo que hacia la caña, ahora la hacía uno de los camarógrafos, a la semana siguiente, la caña la hacía el director, luego sólo había una instalación que la mantenía colgada lo suficientemente cerca para que no saliera el micrófono en pantalla. Lo curioso, reitero, lo curioso, es que las personas simplemente desaparecían, nadie decía nada, no se despedían siquiera. Hasta que cierto día llegó el momento en que este tipo del que les hablo, deambulaba solo por el canal, todo estaba desierto, no había nadie, en la entrada del canal estaban tiradas centenares de cuentas y cobranzas, el viento ululaba en los pasillos, las ventanas tenían los vidrios rotos, el patio estaba lleno de hojas secas que denunciaban el abandono y la ausencia, pero lo increíble de esta historia, es que este tipo del que les hablo, jamás faltó a su trabajo. Al principio de todo el embrollo, cuando no llegó nunca más la maquilladora... bueno se maquilló el mismo, después comenzó a asumir las tareas de los que iban desapareciendo, finalmente terminó haciéndolo todo él; se maquillaba, hacía las luces, se encargaba del audio, de la cámara, todo, lo hacía absolutamente todo, incluido el aseo de los baños. Cuando terminó de contarme su historia sólo pude guardar silencio, recuerdo haber hecho el amago de decir algo, pero preferí quedarme callado y él sonrío al ver mi gesto, luego dio media vuelta y se fue. Lo que quise preguntar y que no me atreví a decir fue, si en algún momento se dio cuenta de que no solamente estaba solo y lo hacía todo, sino que también tuvo el poder de hacer lo que quisiera, de transmitir cualquier cosa, incluso una buena noticia.

Joseluis Mellado

MEDIA TRAINING

Media Training. Entrenamiento para performance oral

Si siente que cuando debe hablar en público le falta el aire, se le acaba la voz o le salta el corazón, entonces sufre de “Pánico escénico”. Tal vez también siente que a pesar de tener las ideas claras frente a una audiencia las olvida o pierde el hilo conductor. O simplemente el cuerpo le empieza a fallar y siente que le tiemblan las rodillas antes de empezar… No se preocupe, esta es una habilidad que se desarrolla ejercitándola. Con el debido entreno usted puede llegar a ser un maestro en el arte de las presentaciones frente a público.

Si le interesa trabajar esta habilidad, ofrezco un entrenamiento que le permitirá explorar, pulir y mejorar sus habilidades como orador, desarrollando su capacidad de expresión oral y su corporalidad.

A partir del entrenamiento puede lograr:

  • Aprender o mejorar el manejo de su voz.
  • Aprender o desarrollar habilidades para potenciar su expresión a través de la corporalidad.
  • Aprender o mejorar el desarrollo de la gestualidad frente a los interlocutores.
  • Aprender o desarrollar un adecuado manejo del espacio.
  • Aprender o mejorar un control adecuado del ritmo de un discurso con sus énfasis e inflexiones de la voz.
  • Aprender o desarrollar técnicas para captar y mantener la atención de quienes le observan y/o escuchan, además de crear y satisfacer las expectativas.

Formato de taller: 12 horas (cronológicas)

Dirigido a: profesionales, técnicos o administrativos que deseen y que necesiten desarrollar sus habilidades como orador/a.

Información de contacto:

España: 647 01 10 23 / 93 330 09 14

Chile: +00 56 09 92369262

huasoonline@hotmail.com